Texto: 3 de 81
Si no vamos a ensalzar con elogios a unos supuestos escogidos, no habrá envidia entre la gen-te.
Si no vamos a exhibir tesoros materiales, no habrá ladrones.
En otras palabras, si no vamos a poner a la vista los objetos de las pasiones, no habrá tenta-ciones.
Un gobernante sabio no crea tales tentaciones para el pueblo, sino que se preocupa de que las per-sonas estén bien alimentadas.
Esto elimina las pasio-nes y fortalece la salud de los súbditos.
Sí, un gober-nante sabio siempre se esfuerza para que la gente no tenga tentaciones y pasiones y para que las personas profundamente viciosas no se atrevan a actuar.
La ausencia de todo lo mencionado trae la tran-quilidad.
Se acepta la voluntad para mantener este sitio.
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Tao Te Ching de Lao Tsé