Texto: 64 de 81
Es fácil ayudar a esta persona que ya aprendió a estar en la armonía.
Es fácil mostrar la senda al buscador que no la ha encontrado todavía.
Sin embargo, siempre es necesario recordar que el débil puede caer fácilmente de la senda.
Y aquel que es todavía un alma pequeña huirá de las dificultades.
Es más fácil empezar a construir allí donde no tendrás que destruir primero viejas ruinas.
Es mejor introducir el gran conocimiento allí donde no tropezarás con personas malas y necias.
Y entonces un gran árbol crece de un arbolito; una torre de nueve pisos empieza a construirse con un puñado de tierra; un viaje de mil comienza con un paso.
En el mundo de la materia, los empresarios se arruinan y los dueños de las propiedades las pierden.
Por eso la persona sabia no actúa así y no sufre fracasos.
Ella no tiene nada y, por lo tanto, nada pierde.
La persona sabia no vive en las pasiones terrenales, no pretende ganar nada material que exija mucho esfuerzo.
Ella vive en la sencillez natural y se contenta con lo que rechazan las personas mundanas.
Ella marcha por el Camino hacia Tao.
Se acepta la voluntad para mantener este sitio.
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Tao Te Ching de Lao Tsé